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AstaCP May 22, 2020

Características de los buenos jugadores de póquer. Parte 1 (Respaldado por la Ciencia)

¿Crees que tienes lo que hay que tener para ser un buen jugador de póquer? Para ayudarte a responder a esta pregunta hemos analizado algunos artículos científicos. Resulta que no se han hecho muchas investigaciones sobre jugadores de póquer, por lo que la información es bastante limitada, pero sin duda es útil conocerla. Estos son Características de los buenos jugadores de póquer. Parte 1 (Respaldado por la Ciencia)

Entretenimiento

¿Crees que tienes lo que hay que tener para ser un buen jugador de póquer?

Para ayudarte a responder a esta pregunta hemos analizado algunos artículos científicos.

Resulta que no se han hecho muchas investigaciones sobre jugadores de póquer, por lo que la información es bastante limitada, pero sin duda es útil conocerla. Estos son algunos de los datos relacionados con los buenos (o malos) jugadores de póquer y sus características.

Habilidad estadística

No es una sorpresa, pero merece la pena mencionar que los mejores jugadores toman decisiones estadísticamente óptimas en la mesa. Utilizan más cálculos relacionados con el póquer en una partida para ganar y muestran sistemáticamente mejores resultados que los nuevos jugadores.

Por lo tanto, conocer y comprender las estadísticas puede aumentar tus posibilidades de convertirte en un mejor jugador de póquer.

Inteligencia general

Vale, esta nos ha parecido interesante. Si te gustan los bloggers de póquer, seguro que te has topado con sus posts, que afirman que una inteligencia superior es imprescindible en un jugador de póquer de éxito.

Error.

No existe tal prueba científica.

Está ampliamente aceptado que hay que ser inteligente para jugar al póquer y ser bueno en ello, pero ningún estudio científico respalda la teoría de que hay que ser un genio para conquistar el juego.

Inteligencia social

La cultura popular del póquer promueve mucho este concepto. En un sentido más amplio, la inteligencia social es la capacidad de «leerse» a uno mismo y a los demás, establecer relaciones y desenvolverse en entornos sociales.

Este rasgo está respaldado por la ciencia como una necesidad para los buenos jugadores de póquer. Está demostrado que los jugadores profesionales saben leer y crear modelos precisos de sus oponentes. Esto les lleva a adaptar su estrategia de póquer en consecuencia. Es algo que los jugadores recreativos no hacen a menudo.

Dato extra: Los jugadores experimentados son capaces de evaluar con precisión la fuerza de las manos de sus oponentes (en niveles por encima del azar) basándose sólo en los movimientos de los brazos utilizados cuando el jugador está colocando apuestas (fichas) en el centro de la mesa. Vaya, ¿verdad?

Y un dato más: un estudio ha demostrado que la mejor «cara de póquer» puede ser la que transmite confianza en lugar de neutralidad. Los investigadores observaron que los jugadores se retiraban más a menudo ante un farolero cuyo rostro parecía digno de confianza que ante un farolero con una expresión facial neutra.

Así pues, tanto la capacidad de engañar como la de reconocer el engaño son habilidades cruciales para jugar al póquer con éxito.

Personalidad y asunción de riesgos

Los rasgos de personalidad también difieren entre los buenos y los malos jugadores de póquer. Los mejores jugadores tienden a tener una alta autoevaluación, casi nunca rumian nada y poseen un mayor control emocional en comparación con los malos jugadores.

Rasgos como el control emocional conducen a una toma de decisiones más lógica. Los buenos jugadores casi nunca se »inclinan» y no persiguen las pérdidas.

Se ha observado que una mayor «neutralidad ante el riesgo» está asociada con el éxito en el juego. Uno de los ejemplos de neutralidad ante el riesgo es cuando los jugadores apuestan sistemáticamente cuando las circunstancias de la mano/ronda sugieren un valor esperado positivo.

A veces este tipo de juego puede parecer agresivo, sin embargo, vale la pena señalar que el juego arriesgado de un buen jugador de póquer es calculado y no temerario. Esto último es característico de los malos jugadores de póquer.

¿Qué se puede hacer?

Ahora bien, si has leído con atención te darás cuenta de que la mayoría de las características se pueden ajustar y modificar practicando.

Si la respuesta a la pregunta de la parte superior de esta página no te satisface, o si sientes que te falta algo de lo mencionado anteriormente, ¡todo lo que tienes que hacer es invertir más tiempo en mejorar tu juego de póquer!

La semana que viene, en la segunda parte de este post, repasaremos otras características de un buen jugador de póquer.

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