Érase una vez: una oda a los jugadores de póquer aficionados

La última vez en Érase una vez, Isabelle Mercier dedicó este espacio a homenajear a algunos profesionales del póquer que impulsaron su carrera. Esta vez, sin embargo, ha decidido subrayar la importancia de la otra cara del póquer: ¡los que sólo están ahí para divertirse!

Puede que escandalice a más de uno, pero no todo el mundo juega al póquer con la esperanza de dejar su trabajo y convertirse en profesional.

Cuando se observa la evolución del Hold’em a lo largo de una década, es una locura ver que el nivel ha subido considerablemente, y que la teoría ha ocupado un lugar superimportante en el ecosistema.

Ya sean ofertas de coaching (mental o técnico), herramientas puestas a disposición de los jugadores (HUD, solucionadores), contenido teórico en vídeo (YouTube, Twitch), sin olvidar las ofertas de Master Class, ¡incluida la reciente creada nada menos que por nuestro Bruno «King» Fitoussi!

También necesitas conocer tus rangos abiertos, tus jugadas de push o fold y dominar mínimamente conceptos de vanguardia como el ICM para optimizar tu juego y, sobre todo, tus beneficios en las mesas finales.

Por qué son tan importantes los jugadores aficionados

Todo esto es muy interesante, pero esta historia no trata de este tipo de jugadores. No es de ellos de quienes quiero hablar aquí, sino de los otros, que en mi opinión constituyen la gran mayoría de los jugadores. Quiero hablar de los jugadores de póquer que sólo juegan por diversión.

A ellos, no les hables de gestión de bankroll. Nunca han tenido un bankroll y nunca lo tendrán. Tienen un presupuesto. Es completamente diferente. Igual que reservan dinero para sus semanas de vacaciones en agosto, se dan dinero para gastar en las mesas.

Conozco a muchos de estos jugadores aficionados que sólo están motivados por el deseo de pasar un buen rato con amigos o en torneos online. Estos jugadores ocasionales que se divierten jugando al póquer son aficionados, pero en el sentido etimológico de la palabra (aficionado en francés también significa «amar»).

Nunca intentan perder, obviamente, pero digamos que su objetivo principal no es tener su línea en un perfil de HendonMob. No obstante, incluso los aficionados más principiantes pueden acabar ITM, ¡y eso es lo bonito del juego!

Las diferencias lingüísticas entre profesionales y aficionados

Es muy interesante observar las diferencias de lenguaje entre los necesitados que buscan jugadas EV y los que buscan divertirse y pasar un buen rato.

En un juego complicado que requiere pensar mucho, los primeros buscarán determinar si su decisión les hará perder dinero a largo plazo o no. Lanzarán una frase como «Hmmm, no tiene AK en su rango abierto, nunca tiene color aquí, mis probabilidades son buenas, ¡le igualo!».

Un jugador aficionado, como mi amigo Jean-Louis (un verdadero fan del juego), llegará a la misma conclusión (hacer call), salvo que basará su decisión en algo distinto al puro análisis de las potencialidades del juego.

Mi amigo Jean-Louis sólo pensará algo así como «¡Vamos, lo intentaré!» con la firme esperanza de acertar su escalera o color. No existe tal cosa como una estrategia, lo admito, y está casi más cerca de la ruleta y las tragaperras que del póquer, pero no importa.

¿Qué buscan los aficionados en el póquer?

Lo que quiere por encima de todo es ese adictivo subidón de adrenalina que corre por sus venas cuando intenta acertar su gran sorteo.

En el fondo sabe que es una jugada muy, muy arriesgada y que seguramente va por detrás, pero tiene outs, sólo 2 outs a veces, que son suficientes para apostar. Posiblemente incluso le impulse, líder en fichas del torneo, por un momento.

También se arriesga, y cuando llega el momento de ir all-in, se levanta como una antena humana e intenta atraer las buenas vibraciones de los dioses del póquer.

Cuando las plegarias no surten efecto y el river le resulta fatal, Jean-Louis se apresura a decir que tuvo mala suerte o que sus rivales «acertaron todo».

Aún así, cuando atrapa su carta mágica que romperá los ases de bolsillo del villano, entonces hay que oírle saltar, reír y gritar como una mofeta que sale de su encierro. Es una exclamación que se acerca a la que se da cuando se está en la bajada de una montaña rusa.

Para mi amigo Jean-Louis, jugar al póquer siempre será divertirse y subir a muchas montañas rusas. Es el placer absoluto de jugar en estado puro.

Larga vida a los aficionados al póquer que gritan demasiado fuerte cuando van all-in cuando no deberían En el fondo, es sólo un juego. Olvídate de la teoría, viva la diversión mientras haya presupuesto para ello.

Reflexiones finales

Seas un jugador profesional o aficionado, en la mesa de póquer hay sitio para todos. Y siempre existe la posibilidad de que un aficionado se convierta en profesional con la práctica, como ya ocurrió en el pasado varias veces.

A CoinPoker no le importa tu nivel de juego y anima a todo el mundo a jugar para divertirse y pasar un buen rato en las mesas.

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Isabelle «No Mercy» Mercier

Ganadora del WPT