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AstaCP May 11, 2021

Érase una vez: Cuando aprendí la palabra paciencia

La última vez en Érase una vez, Isabelle adelantó su próximo regreso a Las Vegas y las cosas que más le gustan de la capital mundial del juego. Pero, incluso en Las Vegas, hay que tener paciencia y la paciencia es el tema de esta crónica. Cuando preguntamos a un jugador de póquer en línea Érase una vez: Cuando aprendí la palabra paciencia

Estrategia

La última vez en Érase una vez, Isabelle adelantó su próximo regreso a Las Vegas y las cosas que más le gustan de la capital mundial del juego. Pero, incluso en Las Vegas, hay que tener paciencia y la paciencia es el tema de esta crónica.

Cuando preguntamos a un jugador de póquer en línea por qué prefiere moler detrás de su pantalla en lugar de sentarse en una mesa de casino, una de las respuestas más frecuentes que recibimos está relacionada con la lentitud del juego en vivo frente a la velocidad del juego en línea

Y en efecto, entre jugar a 12 mesas en partidas de 6-max con un ratón en la mano, cómodamente instalado en un Secretlab Omega, y jugar a una sola mesa en una partida de full ring en vivo, nos encontramos en dos mundos que no tienen absolutamente nada en común..

Un dilema que resolver

Un poco como en la vieja película Matrix, aquí nos enfrentamos a una decisión binaria. Podemos tomar la pastilla azul y nos sumergimos en un mundo virtual en el que sólo tendremos unas décimas de segundo para tomar una decisión en cada mano (estamos en la matriz del póquer por excelencia).

O en cambio, tomamos la píldora roja, la que nos hace ver el póquer tal y como es en la realidad, y ahí Neo podrá echar una cabezadita entre mano y mano y caer en los brazos… de Morfeo, obviamente.

Cuando juegas en varias mesas online, puedes llegar a las 1000 manos por hora (y mucho más si te llamas Elky). ¡En vivo, oscilará entre 20 y 30 manos por hora, si tu crupier es diligente y si los jugadores no tardan tres semanas en foldear su jota-dos en UTG!

Las Finales del Gran Campeonato WPT

Si hago este preámbulo sobre las diferencias de velocidad entre «online» y «en vivo», es porque mientras discutía con un amigo el otro día sobre nuestros peores ratos pasados en una mesa, me acordé de este día de torneo, ¡en el que apenas había jugado un par de manos durante todo el Día 3!

¡La máquina del tiempo! Aquí estamos en el día 2 del gran campeonato WPT Finals a 25.000$ de entrada. Es abril de 2008, y os estoy hablando de una época que los jóvenes streamers de hoy en día seguro que no han conocido.

Recuerdo que la estructura era increíblemente lenta, y jugábamos cinco niveles de 2 horas cada uno durante el día.

Póquer de la vieja escuela

Estábamos muy lejos de tener iPads o iPhones con conexión wifi en las mesas. Es más, ¡quizás incluso estábamos en esa época en la que los «teléfonos» estaban categóricamente prohibidos en las mesas!

Sí… tan de la vieja escuela como soy, de hecho viví los tiempos en los que teníamos que levantarnos y alejarnos del tapete verde para poder consultar nuestro teléfono móvil, bajo pena de sanción que podía llegar ¡hasta la exclusión de la acción durante tres mesas redondas!

Hoy en día, los chicos pueden ver una película en su ordenador, mientras juegan a varias mesas en Internet, además de interactuar en las redes sociales, mientras hacen una 3-bet en directo en un torneo en el que están participando…

En resumen, en 2008, no había nada que hacer entre dos manos, aparte de mirar a los otros jugadores, o… tomar una copa. Este torneo de las Finales del WPT tuvo lugar en el Bellagio (Las Vegas), en la sala del desaparecido Fontana Bar, con vistas a las fuentes.

Al menos había eso; una vista inmejorable con acceso privilegiado, un poco más cool que el decoro kitsch del Rio… También estaba Chris «Jesus» Ferguson en mi mesa, todo sonrisas (puestos en contexto, estamos antes del escándalo de Full Tilt). Tampoco había jugado apenas una mano en todo el día, lo que me tranquilizó.

Creo que ese día batimos el récord de la Burbuja más larga del mundo. Duró horas y horas cada mano.

Isabel Mercier

Lo bueno se hace esperar

Los crupieres de cada mesa tenían que levantarse al final de cada mano, teníamos que esperar a que se levantaran para oír por el micrófono el «Next Hand» de Jack McClelland antes de pasar a la siguiente mano.

En cuanto se anunciaba un «All-in», se formaba una manada alrededor de la mesa en cuestión, y todo el mundo quería que el stack más pequeño perdiera el golpe para que por fin pudiéramos embolsarnos una cantidad considerable de dinero y volver a un ritmo normal de torneo.

Para que conste en acta, tardamos horas y horas en llegar al ITM, pero me retiré sabiamente, incluso ese Jack-ocho tan tentador que me gritaba «¡Juégame! Juégame!».

Al final, mi paciencia me reportó 52.000 dólares. Ese día aprendí que una parte del póquer consiste en tener paciencia. Especialmente cuando se juega en vivo….

Encuéntrame en las mesas de CoinPoker para practicar tus habilidades y disfrutar de la acción. Abrahoy mismo unacuenta en CoinPoker.

https://twitter.com/IsabelleNoMercy/status/1388899758081773571?s=20

Isabelle «No Mercy» Mercier

Ganadora del WPT

AstaCP