Érase una vez: Cuando hacía de policía

Isabelle Mercier vuelve a la serie Érase una vez para contarnos lo que NO hay que hacer en una mesa de póquer. Tras recordar la semana pasada la ocasión en la que debería haber ido all-in, esta vez la historia tiene que ver con… ¡¿la policía?!

Es un tópico decirlo, pero es de nuestros errores de lo que más aprendemos. La lección que aprendí ese día es la siguiente: No tiene sentido jugar a la policía en una mesa de póquer.

El Torneo Turningstone

Flashback; Es verano de 2004, aún no soy «No Mercy», sólo Isabelle Mercier, una joven jugadora de póquer que acaba de convertirse en profesional durante seis meses y que tiene que demostrar su valía en el circuito.

No fue hasta más tarde cuando el famoso presentador Mike Sexton me puso mi apodo tras ganar la Ladies Night del WPT. En la actualidad, soy Isabelle Nobody Mercier y participé en un torneo en Turningstone, Nueva York, con un buy-in de 500 dólares.

Teniendo en cuenta mi bajo bankroll en aquel momento, fue gracias a un satélite que pude participar en este torneo.

Llevaba sólo unos meses como profesional y corrían tiempos difíciles para mí. Me preguntaba si había cometido un error al dejar el Aviation Club de France para hacerme profesional con un bankroll inicial tan pequeño, que no dejaba de disminuir..

Antes de entrar en los detalles de la anécdota, unas palabras sobre el aspecto de mi vestido: era una gran tontería. No sé qué me golpeó aquella mañana en la que elegí deliberadamente llevar esa ropa horrible y, sobre todo, ese sombrero ridículo, pero digamos que no pasé desapercibido, como demuestra la foto.

Errores y errores durante todo el torneo

El torneo acababa de empezar, y llegué unos minutos tarde para descubrir un buen par de 10. El stack inicial es de 10.000 fichas, las ciegas son de 50-100, y dos o tres jugadores deciden igualar la ciega grande antes que yo.

Yo también decidí simplemente hacer call (sí, muy mal movimiento). Y de repente, aparece un tipo en la ciega grande que se deja llevar y se mueve all-in por 9950. Nada más y nada menos. ¡WTF!

Los demás jugadores se retiran y me toca a mí. Empiezo a pensar. Me digo que es imposible que haga eso con AA, KK, QQ o incluso JJ. Quiere hacer que todos se retiren yendo all-in, un movimiento clásico de los jugadores aficionados.

Es suicida, es un error obvio, pero el Sr. Ciega Grande se cree muy bueno haciéndolo.

¿Qué debería haber hecho?

En principio, en este caso, uno foldea su mano muy sabiamente mientras espera un mejor momento con una mano mejor para pillarle si vuelve a hacer ese tipo de subida all-in.

Sin embargo, en lugar de dejar pasar la tormenta, quise hacer de policía. Me convencí de que tenía AK como mucho, así que técnicamente con mi pareja de 10s estaba ligeramente por delante. Así que igualé la apuesta.

Por increíble que parezca, el Sr. Ciega Grande tenía una pareja de Ases. Mi mano, que creía favorita, se derritió como la nieve al sol y acabé con una pequeña posibilidad de ganar el bote: ¡bien hecho, chica policía!

Consejo profesional: ¡no juegues a la policía!

Me vi obligado a jugar todo el torneo con un 80-20, simplemente por querer castigar a un jugador. Perdí ese flip, pero no me arruiné, me quedaban exactamente 50 fichas de mis 10.000 iniciales.

Iba a poder poner a prueba la famosa frase «Una ficha y una silla» y ver si era realmente posible volver del infierno y convertir 50 fichas en una victoria.

Alerta de spoiler: no gané este torneo, pero terminé ITM con un bonito cuarto puesto en un split, lo que fue, teniendo en cuenta mi micro-pila inicial, completamente milagroso.

Aprendiendo de mis errores

Lo que me llevó a la mesa final fue mi estilo de juego «sin miedo a nada», como si ya me hubiera pasado desde la primera mano y no tuviera nada más que perder.

Esta victoria también me permitió reponer mis fondos lo suficiente como para perseverar en mi nueva carrera profesional y seguir jugando hasta el día en que gané la Ladies Night del WPT y me descubrió PokerStars.

Al final, el evento de Turningstone salió bien. Aún así, la lección está aprendida. No tiene sentido hacer de policía en una mesa de póquer.

Eso no significa que no debas reaccionar ante un jugador ultraagro. Sin embargo, las misiones suicidas suelen acabar mal..

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Isabelle «No Mercy» Mercier

Ganadora del WPT