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AstaCP Jun 08, 2021

Érase una vez: Cuando comprendí que la vida es como el póquer

La última vez, en Érase una vez , Isabelle reflexionó sobre los cambios que ha sufrido el juego del póquer en los últimos años. Ahora, en esta edición, traza los paralelismos que unen el juego del póquer y el juego de la vida. Hoy en clase os propongo un tema para una redacción: «¿Qué es Érase una vez: Cuando comprendí que la vida es como el póquer

Estrategia

La última vez, en Érase una vez , Isabelle reflexionó sobre los cambios que ha sufrido el juego del póquer en los últimos años. Ahora, en esta edición, traza los paralelismos que unen el juego del póquer y el juego de la vida.

Hoy en clase os propongo un tema para una redacción: «¿Qué es la vida?». Tenéis tres horas para preparar vuestro contenido y está prohibido copiar del vecino, se requiere distanciamiento físico.

Vale, seré amable y os ahorraré profundas reflexiones introspectivas sobre este tema: Te daré la respuesta. La vida es como el póquer No hace falta invocar a Bergson, Kierkegaard o incluso Kant para superar la prueba con éxito.

Si tuviéramos que elegir a uno, nos quedaríamos con Descartes, pero incluso podemos prescindir de él para apoyar nuestro argumento.

Como en el póquer, en la vida uno no elige las cartas que le dan. De hecho, cuando pasamos nuestras cartas, nos enfrentamos a oportunidades.

Una prometedora pareja de ases o un decepcionante 7 y 2, no tenemos más remedio que aceptarlo. Lo mismo ocurre en la vida. Podemos nacer en un entorno social rico y benévolo, como un par de ases, o en un entorno hostil que apesta, como un 7 y 2.

Aun así, del mismo modo que ya he visto a un 7 y 2 descifrar una pareja de ases, es posible triunfar sin importar de dónde partas. Dónde naces y qué activos tienes de niño son sólo un parámetro de la ecuación. Su valor importa tanto como lo que puedas hacer con ellos.

https://twitter.com/IsabelleNoMercy/status/1398648825712197639?s=20

La importancia de asumir riesgos

Como en el póquer, en la vida… hay que arriesgarse. Si te sientas a una mesa de póquer con la estrategia de jugar sólo cuando tengas «monstruos» en la mano, lo más probable es que seas más legible que una fuente Arial clásica.

Asumir riesgos no significa abrir con el 80% de tus manos, no significa tirar un montón enorme de fichas en el bote para conseguir que tu oponente se retire, ni pagar el stack del oponente en el river porque no fuiste capaz de soltar tu top pair.

No, asumir riesgos no tiene tanto que ver con estar en modo aggro como con ser capaz de aprovechar las oportunidades cuando surgen, aunque nos saquen de nuestra zona de confort.

Empezar tu propio negocio en la vida real con todos los «riesgos» que incluye, o hacer 3-bet squeezing cuando no estás acostumbrado a hacerlo: es lo mismo.

Isabelle CoinPoker

Disciplina y constancia

Como en el póquer, en la vida… hace falta disciplina y constancia. Está claro que los jugadores profesionales del circuito que perduran y que acumulan actuaciones distan mucho de ser degenerados que corren a base de gin-tonic nada más levantarse a las 5 de la mañana.

Esto va en contra del estereotipo tópico que el gran público suele tener de los jugadores de póquer: jugadores empedernidos que beben y fuman mientras ríen a carcajadas.

Cuando empecé mi carrera, los pocos jugadores que se atrevían a hacer c-bet tenían una enorme ventaja sobre sus oponentes. Hoy ya no es así.

En 2021, para tener ventaja, hay que trabajar los rangos, revisar las manos, trabajar la mente (no es casualidad que muchos profesionales tengan entrenadores) y estar en forma física para aguantar 14 días de series con sesiones de 12 horas sin sufrir un ataque.

Acepta cuando te ganen y vuelve a intentarlo

Como en el póquer, en la vida hay que tener suerte y aceptar las malas rachas. Tanto en las mesas como en la vida, hay una constante fría e implacable: nunca controlas tu destino al 100%. Pregúntale a cualquier jugador: para ganar un torneo, necesitas suerte y ganar tus tiradas.

Podemos ir all-in sólo con AA y KK, si recibimos un bad beat, nos vamos al garete. Se necesita una cierta dosis de suerte y saber aceptar las patadas del destino, además de hacerlo con filosofía.

Lo mismo en la vida: nunca se está 100% a salvo de un accidente. Hay que saber cobrar, levantarse y ser resiliente, de lo contrario, no acabarás la partida.

las «travesías del desierto» existen tanto en el Hold’em como en nuestra vida cotidiana. Lo mismo ocurre con los buenos momentos. ¡Lidia con eso!

La vida es un juego para compartir

Como en el póquer, en la vida… necesitas amigos. Es un juego solitario, pero es un juego para compartir. Juegue una partida en casa, vaya a un club asociativo, hable con sus amigos sobre partidas recientes, vaya al strip de Las Vegas a jugar un torneo de las WSOP(¡2021, allá vamos!), intercambie participaciones, haga sesiones en línea con amigos por la webcam.

Isabelle and friends

Por todo esto, el póquer es más que un juego de cartas solitario. Se trata del vínculo humano, es una experiencia que se comparte, es la condición humana: estamos sentados en la misma mesa, con nuestros semejantes y no sabemos cómo será mañana, ni la próxima mano. El póquer es mucha vida.

Suenan las campanas, recogemos las copias. Juego… por lo tanto estoy… ¡all-in!

Encuéntrame en las mesas de CoinPoker para practicar tus habilidades y disfrutar de la acción. Abrahoy mismo una cuenta en CoinPoker.

Isabelle «No Mercy» Mercier

Ganadora del WPT

AstaCP