Érase una vez: ¡Vivan los dinosaurios!
La última vez que oímos hablar de Isabelle Mercier, nos estaba sermoneando sobre la importancia de la paciencia. Y definitivamente no hay mejor secuencia para ese tema, que repasar las diferencias entre la vieja y la nueva escuela del poker. Puede que el título de esta historia te haya malacostumbrado, pero humildemente tengo que admitir … Érase una vez: ¡Vivan los dinosaurios!