Érase una vez: ¡Cuando jugué al póquer en una película!

Isabelle Mercier vuelve para otra edición de Érase una vez. La semana pasada recordó el peor Bad Beat de su carrera. Esta vez la historia es algo más positiva y tiene que ver con Nueva Orleans y Burt Reynolds

En 2006, estaba en la cima. Había encontrado mi velocidad de crucero como jugadora profesional durante dos años y viajar por el mundo para jugar los torneos más importantes era súper estimulante.

En aquella época estaba muy solicitada, ya que entonces había muy pocos patrocinadores y yo era la única chica en el equipo de Pokerstars. De hecho, Vanessa, Vicky, Liv y otras aún no se habían unido a nosotros (sí, eso me convierte en un auténtico dinosaurio).

Obviamente, despertó curiosidad y me llevó a hacer docenas de portadas de revistas de póquer, a publicar anuncios, a participar en programas de radio y televisión e incluso a tener que dar conferencias. Fue muy divertido.

La hice en Las Vegas, donde tuve que entrenar a una treintena de banqueros canadienses explicándoles los fundamentos de la estrategia Hold’em. Si no sabías que los banqueros son buenos faroleadores, estás avisado…

Un juego al que nunca había jugado: ¡actuar!

Había tocado muchas disciplinas, pero había una que nunca había abordado, y por una buena razón: el cine.

Como actor no se improvisa, ni yo tenía ninguna inclinación en ese sentido, pero la suerte (o más bien mi padrino de entonces) me hizo jugar en una película. Bueno, quizá «interpretar» sea una palabra demasiado grande.

Digamos que hice una aparición. El rodaje fue en Nueva Orleans, e incluso tuve mi propio camerino con una estrella roja y mi nombre escrito a mano.

La «obra maestra» del séptimo arte en cuestión se llama «Deal», dirigida por Gil Cates Jr. y protagonizada por Burt Reynolds. Puedes consultar su página en IMDB aquí.

¿De qué trataba la película?

Te contaré el guión. Es la historia de un antiguo campeón de póquer, Burt Reynolds, que ve por televisión a un joven jugador en la final de un torneo. Sabiendo que el joven necesitaría una mano para ser realmente bueno, el viejo se acerca a él, intenta darle confianza.

Esta es la oportunidad para que haga su regreso. También hay una historia de prostitutas y, tras unos cuantos enredos, acaban en una mesa final en la que -y aquí es donde entro yo- reviento… tras una mano contra Burt.

Burt es un jugador infernal, ya que también elimina posteriormente a todos los demás de la mesa.

¿Vale la pena ver esta película?

A nivel cinematográfico, no estamos ante una joya. ¿Has visto Rounders? Vale, pues te das la vuelta y te vas 200 km en la otra dirección.

En defensa del director, el póquer todavía no era tan popular como ahora y, aunque Moneymaker había llegado unos años antes y había empezado a atraer al gran público a las mesas, todavía había mucho misterio en torno al juego y un nivel general muy bajo.

No había profesionales asesorando en Twitch, ni solucionadores, ni formación online, y muy pocos vídeos de póker accesibles. Imagínate, ¡sólo hacía dos años que existía YouTube!

Mi «gran momento» en el cine

En resumen, he aquí el «gran momento» de póquer de la película. Pasaré rápidamente a comentar mi actuación. Tengo que admitir, francamente, que es muy, muy difícil actuar, incluso interpretando tu propio papel, y es súper impresionante hacerlo delante de un equipo de 30 personas que te observan con muchos objetivos alrededor.

Cara de póquer en una mesa en directo, ¡fácil! Una cara de póquer delante de todo el mundo, era ridículo.

Burt Reynolds: un actor genial pero no un jugador de póquer genial

Sin embargo, volviendo a Burt que, a diferencia de su personaje, no entendía realmente el juego. Motor…. Se vuelve… ¡acción!

Tommy Vinson (Burt Reynolds) tiene pocket de ases. Estamos antes del flop. No hay que ser un genio para saber que está en buena forma. Un tipo va all-in. Cualquier jugador en el lugar de Tommy obviamente saltaría al techo, feliz de pagar al instante, pero… Burt era actor.

Y un actor juega… incluso con ases en la mano. Así que en lugar de ir a por todas, se pone en el tanque, saca su cara de póquer, mira fijamente a su oponente, y todo el cine… ¿Rollo lento te dices a ti mismo? ¡Ni siquiera!

No entendía que tenía que hacer un «insta-call» Rehicimos la toma varias veces, intentamos explicarle que no tenía sentido que un jugador profesional dudara así con ases, que más bien debería saltar de alegría, o en todo caso pagar inmediatamente sin «hacer un poco de Hollywood» como se suele decir.

Aún así, Burt, cuya memoria por otra parte saludo aquí, todavía se tomó un respiro antes de pagar finalmente… muerte en el alma.

Encuéntrame en las mesas de CoinPoker para practicar tus habilidades y disfrutar de la acción. Abrahoy mismo unacuenta en CoinPoker.

Isabelle «No Mercy» Mercier

Ganadora del WPT