Érase una vez: ¡Gané un campeonato tras 16 horas de juego!

La última vez en No Mercy Monday, Isabelle escribió sobre la vez que hizo de policía en la mesa de póquer. Ahora, nos dirigimos a Praga para un recuerdo más feliz de un largo torneo que, afortunadamente, terminó con una victoria.

¡Ahhh Praga! Ciudad romántica por excelencia, joya de Europa del Este, donde la historia y el espíritu bohemio están presentes por doquier. Praga y sus calles adoquinadas, su castillo, su magnífico Puente de Carlos, sus pequeños restaurantes tradicionales..

Eso es todo lo que no aproveché, porque, en ese frío fin de semana de diciembre de 2015, me pasé 16 horas jugando en el primerísimo Campeonato Mundial Open Face Chinese Poker (OFC) en formato «Progresivo». ¿Y sabéis qué? Lo gané.

Antes del torneo

Pequeño flashback de 48 horas. Después de dos vuelos muy tempraneros Mónaco-Niza y Niza-París (demasiado temprano), aquí estoy en el avión hacia Praga, rumbo al campeonato Open Face Chinese Poker «Pineapple».

Por aquel entonces, aunque jugaba mucho online en OFC, tengo que admitir que me faltaba una experiencia en vivo. Cuando estás en Fantasyland es muy fácil ver todas tus cartas en la pantalla y, con un solo clic, puedes incluso ordenarlas por colores.

En vivo, eso es otra historia, sobre todo cuando tienes las manos del tamaño de una pitufina como yo.

Una variante diferente de OFC

En la variante clásica, se ven 14 cartas a la vez. En la variante que iba a jugar esa noche, ¡podemos tener hasta 17! Es literalmente un tercio de la baraja que tienes que ordenar y organizar para acumular el mayor número de puntos posible.

Así pues, practico en mi asiento de la ventanilla para ordenar mis manos en Fantasilandia lo más rápidamente posible y contar mis puntos. Llegado a Praga, sin tiempo para ir de compras, cojo las llaves de mi habitación y me voy a tomar la temperatura al Casino donde tendrá lugar el torneo esa misma noche.

Pensaba que sería una sesión de juego larga, ¡pero no podía imaginar que lo sería tanto!

Antes de dormirme el día anterior, había visto un tutorial en YouTube de un jugador muy simpático que da consejos sobre cómo jugar bien en formato «Progresivo».

Esta es una variante que se juega «de arriba a abajo» martilla varias veces. Intentamos poner idealmente dos ases o dos reyes en la fila superior, y luego conseguimos cubrir esta línea superior en las otras dos filas.

Calentando motores para una larga noche de póquer

Cuando empezó el torneo a las 6 de la tarde, estaba en plena forma. Había «sólo» 107 jugadores más y sentía que el trofeo y el título serían míos. Me gusta visualizar la línea de meta en el póquer.

Lo que no había visualizado, sin embargo, era la estructura de este torneo. En la lista de opciones de los torneos en línea, tenemos hiperturbo, turbo, normal y lento. Creo que este torneo en vivo hubiera merecido otro nombre… hiper-lento.

Pasan las horas, los jugadores van desapareciendo, pero no a un ritmo muy rápido. Seré breve: después de 12 horas de juego, seguimos más de 10 jugadores en la carrera.

No hay día 2, el ganador debe determinarse inmediatamente porque mañana empieza otro torneo.

¿Con ganas de más?

Alrededor de las 2 de la madrugada, bromeo en mi mesa, mencionando el hecho de que no me gustaría perderme el desayuno del hotel, que termina a las 11 de la mañana.

Para ser justos, no lo pensé tan bien, porque el torneo duró de hecho hasta altas horas de la madrugada y mi heads-up final terminó a las 10 de la mañana, tras una larga carrera de obstáculos de 16 horas de juego. Aun así, ¡por fin ha llegado la victoria!

Todavía hay tiempo para hacer la tradicional foto. Entonces, recupero un poco el aliento después de todas estas horas de contar los puntos y las primas que acompañan a cada mano, y aquí estoy en un taxi hacia el desayuno del hotel que casi echo de menos de verdad.

Miro la hora. Me quedan dos horas de sueño, luego tengo que volver al casino para jugar el Evento Principal del OFC Classic «Pineapple» a las 2 de la tarde.

Sinceramente, no les ocultaré que mi cerebro estaba al ralentí. En cada mesa, un gran número de jugadores rusos me lanzaban un simpático (o no tan simpático) «¿Puedes contar más rápido?».

Ojalá hubiera podido contar más rápido. Pero no fue posible hacerlo. De todas formas, no tuve que contar durante mucho tiempo, porque por desgracia no me fue bien en este torneo, lo que me permitió ir al mercado de Navidad y beber vino caliente especiado. ¡Ahhh Praga! Ciudad romántica… ¡por fin estoy aquí!

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Isabelle «No Mercy» Mercier

Ganadora del WPT